La hidratación es fundamental para nuestro cuerpo.
El agua es el principal componente del cuerpo humano, y supone 70% del peso corporal total. Esta cantidad total depende de múltiples factores como la edad o el volumen de grasa corporal.
Estar hidratados implica reponer los líquidos que el cuerpo elimina para mantener el equilibrio hídrico en nuestro organismo. El agua no cumple sólo la función de refrescarnos o calmar la sed, sino que es la encargada del transporte de nutrientes a las células, ayuda a la digestión al diluir los nutrientes de los alimentos, contribuye a regular la temperatura corporal mediante la evaporación por la piel, etc.
Además, el intestino absorbe parte de estos líquidos, gracias a los cuales es posible eliminar todos lo que el cuerpo no necesita, a través de las secreciones y de la orina, por lo que también previene el estreñimiento. Si bien hay un cálculo general que indica que debemos beber a diario 2 litros de agua cómo mínimo, lo ideal sería adaptar la ingesta de líquidos de acuerdo a las necesidades de cada persona en particular.
No te olvides de hidratarte antes, durante y después del ejercicio físico.