AGUJETAS


Tanto el deportista habitual como el que se inicia, en algunos casos, suelen tener una experiencia comun: la aparición del dolor muscular de 24 a 48 horas después de haber hecho algún ejercicio físico intenso o prolongado. Este dolor es conocido con el nombre de “agujetas”.
Las agujetas surgen por una falta de adaptación al ejercicio, el músculo no está habituado a trabajar en esa determinada angulación o intensidad de trabajo y el tejido muscular y conectivo sufre alteraciones estructurales a modo de microroturas, a este efecto se le suman los metabolitos de desechos fisiológicos, como el ácido láctico, que quedan almacenados durante un tiempo en el tejido muscular. El organismo sólo necesita unos días para reparar y limpiar el tejido muscular, por esta razón suelen desaparecer a los pocos días. Si repetimos el entrenamiento, el organismo provoca adaptaciones y termina siendo más eficiente, al poco tiempo no se producirán esas pequeñas roturas titulares y los productos de desecho se eliminarán muy rápidamente.
Según este criterio, resulta casi imposible evitar que las agujetas aparezcan en mayor o menor grado. Es más, yo siempre digo que si tenemos agujetas es indicativo de que nuestro entrenamiento ha sido eficaz, ya que esto implica nuevas adaptaciones y mejoras en el rendimiento. Por tanto, no temas a las agujetas, tarde o temprano aparecerán en tu entrenamiento.
Lo que sí debemos tener en cuenta es que el pico de dolor aparece a las 48 horas, por tanto, sé prudente y espera hasta ver el efecto de la carga, si observas que a las 48 horas no tienes muchas agujetas, es buena señal, podrás incrementar tu carga progresivamente. Es preferible que los primeros días te quedes corto, a que creas que vas sobrado y lo pagues a los tres o cuatro días de comenzar tu programa.
Finalmente, es importante aclarar que las agujetas no pueden aliviarse tomando agua con azúcar, es solo una leyenda urbana. El azúcar no puede reparar las micro roturas musculares.