LA CARGA GLUCEMICA EN LOS ALIMENTOS


Los últimos estudios en materia de nutrición, mantienen, que una dieta óptima es aquella en la que se consumen carbohidratos de bajo índice glucémico y por ende baja carga glucémica, y cuyos resultados demuestran que a corto plazo se diminuye la sensación de hambre y la ingesta de calorías, y a largo plazo se reduce la incidencia de obesidad y enfermedades crónicas asociadas.
Las personas que desean reducir su peso corporal y el riesgo a padecer enfermedades cardiovasculares y demás dolencias crónicas, pueden recurrir a dietas con bajas cargas glucémicas para lograr esos objetivos, manteniendo un correcto estado de salud.

La carga glucémica de un alimento, a diferencia del índice glucémico, no sólo tiene en cuenta la velocidad con que se eleva la glucemia en sangre, sino también la cantidad de hidratos que tiene un alimento en particular. Este término es un poco más novedoso que el índice glucémico y sirve para tener una visión más amplia de la calidad del alimento que estamos ingiriendo, ya que nos muestra cuántos hidratos absorbe el cuerpo y cómo influye en los niveles de azúcar en sangre.
Por todo ésto, la carga glucémica puede relacionarse con la grasa corporal. La carga glucémica de una alimento se determina dividiendo el IG (índice glucémico) por 100 y después, multiplicando el resultado por el contenido de carbohidratos.

Ingerir abundantes cantidades de alimentos con alto índice glucémico, puede ser la causa de un aumento de grasa corporal.
Por eso, no sólo debemos controlar las calorías y las grasas en la dieta, sino que tener en cuenta la calidad de los alimentos fuentes de hidratos, también es necesario para proteger al organismo.

¿Y cómo afecta esa subida de glucemia a nuestro organismo?
Lo primero a tener en cuenta es que cuando consumimos alimentos con carbohidratos, esos carbohidratos se digieren y se transforman en glucosa, y pasan al torrente sanguíneo a través del intestino delgado. Nuestro organismo segrega insulina para metabolizar esa glucosa. Todo el excedente que las células no necesitan como energía, se transforma en grasas que son almacenadas. De ahí la siguiente afirmación: lo más recomendable es que la glucosa se libere poco a poco, de manera gradual hacia el torrente sanguíneo, para conseguir una captación adecuada por parte de nuestras células y no existan excesos, evitando así la transformación de esa glucosa sobrante en grasas.

¿Cuáles son esos alimentos con un efecto inmediato sobre la glucosa en sangre?
el arroz
los panes blancos
las patatas (si están hervidas y en puré aumentan mucho mas la glucemia).
La miel y la glucosa pura.

Los carbohidratos que producen un aumento más gradual y general sobre la glucosa son:
las legumbres
productos con cereales integrales
frutas y verduras.

Esto se debe al contenido en fibra de los alimentos, ya que son digeridos sólo parcialmente para convertirse en glucosa en el intestino delgado. El componente de carbohidratos no digerido pasa al intestino grueso, donde se utiliza a través de un proceso denominado fermentación. En conclusión, sólo una pequeña proporción de carbohidratos se transforma en glucosa siendo estos hidratos los más adecuados para personas con diabetes.
Con todo lo anteriormente mencionado lo más aconsejable es escoger los alimentos con valores más bajos de índice glucémico y moderar aquellos con un índice glucémico alto.
De esta manera nuestros niveles de glucemia serán constantes y evitaremos esos picos y oscilaciones de glucosa en sangre que generan incluso una mayor sensación de hambre y un medio hormonal que favorece la aparición de ciertas enfermedades crónicas.
Una importante aclaración es que no sólo se deben tener en cuenta el índice glucémico, debemos tener en cuenta a la hora de comer tanto a la cantidad como a la calidad del alimento.
Tampoco se debe olvidar el aporte calórico de los alimentos, ya que ese exceso de energía, también se transformara en grasas, dando lugar al sobrepeso, obesidad y enfermedades asociadas.
El exceso de grasa corporal está asociado la insensibilidad o resistencia a la insulina. Esto genera a su vez un aumento de glucosa en sangre por la no acción insulínica, lo cual precipitaría el desarrollo de una diabetes tipo 2. Por eso debe quedar claro que para mantener niveles de glucemia constantes se deben evitar alimentos altos en grasas y ricos en azúcares, aunque su índice glucémico sea bajo.
Para finalizar no existen dudas que son muchos los factores que desencadenan una obesidad o sobrepeso, como el estilo de vida, factores genéticos, malos hábitos siendo el IG sólo un factor más en la etiopatogenia de estos problemas de salud.